“Oh Liceo en tus Aulas resuenen, voz eterna magnífica voz
de constantes falanges que quieren ocupar su lugar bajo el sol.
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Pueblo alegre de niños y niñas que acarician la tierra insular.
Cantan su himno en fraterna armonía con los coros del viento y el mar.
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Sin temor cruzaremos las rutas pues llevamos escudo y fanal.
En las sienes la ciencia fulgura y en el pecho hay blasón de ideal.
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El ensueño es arcángel que presta vuelo azul a las frentes en flor.
Trae un noble temblor de belleza y un fecundo temblor de emoción.
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Hoy el césped de estadios decoran cuerpos tensos de joven vibrar.
Una aureola promete radiosa que a la patria en la cumbre verá.
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Tu misión bajo insigne bandera, oh Liceo de Castro es forjar
juventudes capaces y recias que horizontes del sur ampliarán.”