Los hábitos de estudio son el primer paso para activar y desarrollar la capacidad de aprender. Además, permite que se generen mayores posibilidades de eficacia al estudiar, mejora el rendimiento y permite asimilar más conocimientos con menor esfuerzo.
Ayudan al desarrollo cognitivo, a la solución de problemas, a mejorar el autocontrol, en la disciplina, y también en la constancia y consecución de objetivos y metas a corto y largo plazo.
Asimismo cuando aprendemos a ser más eficaces a la hora de asimilar nuevos aprendizajes, nos sentimos más confiados/as en nuestras capacidades.
Tania Carrillo
Miembro del Equipo de Convivencia Escolar